sábado, 12 de marzo de 2011

TERREMOTO EN JAPON ... EL TIEMPO NOS HA ALCANZADO


A pesar de haber vivido una experiencia muy similar hace casi exactamente un año con el poderoso terremoto y tsunami que afectó a Chile, veo la televisión y no sé si estoy viendo una película hollywoodense o si estoy frente a una realidad terrible de la que no quisiéramos ser protagonistas. Muchas veces he asistido al cine con una bebida y un paquete de cabritas, para ver por ejemplo películas como 2012, y ver como la tierra es destruida, sin embargo se que al salir de la sala todo estará bien y aquello que vi fue solo una película.

Lo ocurrido el día de ayer en Japón, lo ocurrido solo hace unos días en China y Nueva Zelanda, lo ocurrido hace un año en Haití, Chile y en numerosos otros lugares, nos han mostrado una película mucho más trágica que 2012, pues aunque cueste creerlo esto es la realidad, a pesar que estoy viendo el desastre a través del televisor, claro que en esta ocasión sin bebidas y cabritas. Esta vez la congoja es real, no es la emoción provocada por un efecto especial, o por una buena actuación.

Quizás para la gran mayoría pasarán algunos meses y todos continuaran su caminar cotidiano, volverá la frivolidad en los medios de comunicación para continuar esclavizando a una población que aún desconoce su destino, lo peor es que nuestra sociedad no hará caso a las advertencias de las que estamos siendo testigos, quizás piensen que es una película más, o es algo que está ocurriendo lejos, las escrituras nos han advertido esta realidad con mucha antelación, y nos ha tocado a nosotros, a nuestra generación ser testigo del comienzo del cumplimiento de lo que está escrito, es hora de volver nuestra mirada, y mirar a nuestro salvador, porque el tiempo ya nos está alcanzando, ¿Acaso todavía tienes dudas de ello? El mundo seguirá ignorando las escrituras, la iglesia misma las seguirá ignorando, y continuarán escuchando solo fábulas y mentiras las que han llenado su corazón, sin embargo sé que muchos si abrirán sus oídos y escucharan la palabra de salvación, pues insisto, el tiempo … nos ha alcanzado.

El gran día del Señor ya está cerca, el profeta Sofonías lo describe:

”Cercano está el día grande de YHVH, cercano y muy próximo; es amarga la voz del día de YHVH; gritará allí el valiente. Día de ira aquel día, día de angustia y de aprieto, día de alboroto y de asolamiento, día de tiniebla y de oscuridad, día de nublado y de entenebrecimiento, día de trompeta y de algazara sobre las ciudades fortificadas, y sobre las altas torres. Y atribularé a los hombres, y andarán como ciegos, porque pecaron contra YHVH; y la sangre de ellos será derramada como polvo, y su carne como estiércol. Ni su plata ni su oro podrá librarlos en el día de la ira de YHVH, pues toda la tierra será consumida con el fuego de su celo; porque ciertamente destrucción apresurada hará de todos los habitantes de la tierra. (Sofonías 1:14-18)

El profeta Adbías dice en su profecía:

” Porque cercano está el día de Jehová sobre todas las naciones; como tú hiciste se hará contigo; tu recompensa volverá sobre tu cabeza. De la manera que vosotros bebisteis en mi santo monte, beberán continuamente todas las naciones; beberán, y engullirán, y serán como si no hubieran sido”. (Abdías 15-16)

El profeta Joel dice:

”Tocad trompeta en Sion, y dad alarma en mi santo monte; tiemblen todos los moradores de la tierra, porque viene el día de YHVH, porque está cercano. Día de tinieblas y de oscuridad, día de nube y de sombra; como sobre los montes se extiende el alba, así vendrá un pueblo grande y fuerte; semejante a él no lo hubo jamás, ni después de él lo habrá en años de muchas generaciones.

Delante de él consumirá fuego, tras de él abrasará llama; como el huerto del Edén será la tierra delante de él, y detrás de él como desierto asolado; ni tampoco habrá quien de él escape. Su aspecto, como aspecto de caballos, y como gente de a caballo correrán. Como estruendo de carros saltarán sobre las cumbres de los montes; como sonido de llama de fuego que consume hojarascas, como pueblo fuerte dispuesto para la batalla. Delante de él temerán los pueblos; se pondrán pálidos todos los semblantes. Como valientes correrán, como hombres de guerra subirán el muro; cada cual marchará por su camino, y no torcerá su rumbo. Ninguno estrechará a su compañero, cada uno irá por su carrera; y aun cayendo sobre la espada no se herirán. Irán por la ciudad, correrán por el muro, subirán por las casas, entrarán por las ventanas a manera de ladrones.

Delante de él temblará la tierra, se estremecerán los cielos; el sol y la luna se oscurecerán, y las estrellas retraerán su resplandor. Y YHVH dará su orden delante de su ejército; porque muy grande es su campamento; fuerte es el que ejecuta su orden; porque grande es el día de YHVH, y muy terrible; ¿quién podrá soportarlo?

Por eso pues, ahora, dice YHVH, convertíos a mí con todo vuestro corazón, con ayuno y lloro y lamento. Rasgad vuestro corazón, y no vuestros vestidos, y convertíos a YHVH vuestro Dios; porque misericordioso es y clemente, tardo para la ira y grande en misericordia, y que se duele del castigo. ¿Quién sabe si volverá y se arrepentirá y dejará bendición tras de él, esto es, ofrenda y libación para YHVH vuestro Dios? (Joel 2:1-14)

Muchas más son los pasajes que nos hablan de este momento culmine de la historia, el mismo libro de Apocalipsis describe la consumación del plan redentor del Señor, pero creo que estos pasajes bastan para mostrar una realidad de la cual el mundo no podrá escapar, pues no volverán su corazón hacia el Señor, como si lo hizo David, quien cautivo el corazón de Dios, David dijo:

“Dame entendimiento, y guardaré tu ley, Y la cumpliré de todo corazón”. (Salmo 119:34)

“Guardaré tu ley siempre, Para siempre y eternamente. Y andaré en libertad, Porque busqué tus mandamientos”. (Salmo 119:45)


“Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús”. (Apocalipsis 14:12)

“Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos: que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. (Romanos 10:8-10)

Espero que estas palabras lleguen a tu oído, que el Señor les bendiga.

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