lunes, 7 de febrero de 2011

EL EFECTO DOMINO YA ESTA ALCANZANDO A SIRIA


Las voces que se han venido escuchando en el Medio Oriente ha sido producto del desgaste de gobiernos que han permanecido décadas en el poder, lo que ha provocado el malestar en la población y su posterior alzamiento, me parece que la primera señal de estas revueltas comenzó en El Líbano seguido inmediatamente por Túnez, luego Egipto, Yemen, Jordania, y el efecto dominó ya está alcanzando a Marruecos, Argelia, y ahora también a Siria, un denominador común ha sido la petición de más libertades y democracia. A través de la historia en innumerables ocasiones hemos visto un escenario similar, y casi siempre termina con un grupo que se apodera del poder trayendo más restricciones y penurias a la población, tenemos el caso de la Revolución Francesa, que derivo un terror absoluto, y finalmente Napoleón tomando el poder; la Revolución Rusa, con las mismas peticiones de la población ante la desigualdad y la pobreza, y terminó en el poder Stalin que masacró a su propio pueblo; la convulsionada Alemania de los año 20 y 30 derivó en lo que conocemos muy bien, bajo las promesas de hacer una Alemania Grande, el mundo entero fue víctima de un personaje, modelo de anticristo según mi parecer, que involucró a todo el planeta en su locura, por supuesto me refiero a Adolf Hitler. En medio Oriente tenemos el caso de Irán entre otros casos, análisis que hicimos en un post anterior. En Latinoamérica también se ha repetido la historia, tenemos el caso cubano, y ahora en Venezuela, aunque en ciertos periodos me perece que casi todo el continente ha sido víctima de alguna dictadura.

Hoy los pueblos en Medio Oriente también alzan su voz en busca de más libertades, oportunidades y democracia, lamentablemente la historia nos ha mostrado una realidad distinta a lo que el pueblo ha anhelado cuando comienza una revolución contra quienes los gobiernan, el problema del medio oriente es que su sociedad está condicionada por el Islam, por lo tanto, lo más probable es que la mayoría de estos países desemboquen en dictaduras Islámicas, por ponerle un nombre, aun que lo que correcto sería llamarlos teocracias, como es el caso Iraní.

Ante estos eventos nos vemos en un escenario muy complejo dada la actitud combativa de los pueblos Árabes y musulmanes (recordemos que no todos los musulmanes son árabes), lo que no debe extrañarnos pues recordemos que estos pueblos son descendientes de Ismael, hijo de Abraham, de quien la escritura dice lo siguiente:

“Le dijo también el ángel de Jehová: Multiplicaré tanto tu descendencia, que no podrá ser contada a causa de la multitud. Además le dijo el ángel de Jehová: He aquí que has concebido, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Ismael, porque Jehová ha oído tu aflicción. Y él será hombre fiero; su mano será contra todos, y la mano de todos contra él, y delante de todos sus hermanos habitará”. (Génesis 16:10-12)

Es la palabra que nos habla de Ismael y de su descendencia, por lo tanto el escenario al que hoy nos vemos expuestos resulta muy peligroso. Lo más seguro es que la historia se repita, y quienes terminen ostentando el poder en estos países sean grupos fundamentalistas, que lleven el Corán como bandera, y la coloquen como forma de gobierno. Lo que comienza como necesidad de libertades y democracia, tiende a derivar en dictaduras temibles, en el caso árabe resulta peligroso no solo para esos pueblos sino también para sus vecinos, y en este caso para Israel, pues todos desean su destrucción, y más aún gobernando algún partido fundamentalista islámico.

Siria ya está entrando en esta vorágine, la próxima parada de esta revolución que envuelve el medio oriente para ser este país, la palabra de Dios se cumplirá tal como está escrita, pronto veremos una alianza islámica con el deseo de destruir a Israel, y el resto de las naciones rodeando Jerusalen, con respecto a Siria también su sentencia esta escrita a través del profeta Isaías:

“Profecía sobre Damasco. He aquí que Damasco dejará de ser ciudad, y será montón de ruinas”. (Isaías 17:1)


Oh Dios, no guardes silencio; No calles, oh Dios, ni te estés quieto. Porque he aquí que rugen tus enemigos, Y los que te aborrecen alzan cabeza. Contra tu pueblo han consultado astuta y secretamente, Y han entrado en consejo contra tus protegidos.Han dicho: Venid, y destruyámoslos para que no sean nación, Y no haya más memoria del nombre de Israel.Porque se confabulan de corazón a una, Contra ti han hecho alianza.Las tiendas de los edomitas y de los ismaelitas, Moab y los agarenos;Gebal, Amón y Amalec, Los filisteos y los habitantes de Tiro. (Salmo 83:1-7)

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